Vida Feliz
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Vida Feliz
Programa que atiende a niñ@s y adolescentes que tienen el virus del VIH/SIDA con el fin de mejorar su calidad de vida; brindándoles soporte nutricional, emocional, pediátrico y educativo.
Las actividades educativas, culturales y recreativas con los niños buscan el fortalecimiento de su autoestima y de sus relaciones interpersonales. Para tal efecto, desarrollamos la creatividad, habilidades y destrezas, de los niños, con talleres artísticos (títeres, teatro, danza; dibujo y pintura); talleres de lectura interactiva (padres e hijos); talleres de manualidades (tarjetería, bisutería, costura, etc.)
Con los padres o tutores, se realizan paralelamente, talleres informativos sobre los cuidados en la atención integral del niño seropositivo; también se les da consejería para el manejo de una adecuada formación y educación del menor.
Durante la permanencia en el Hogar San Camilo, la alimentación de los niños y sus familias constituye una prioridad, por ello, los desayunos, almuerzos y cenas, están basados con una dieta balanceada. Así mismo, semanalmente llevan una canasta de víveres que contribuyan a elevar el nivel alimenticio y nutricional.
Son frecuentes, los paseos y visitas culturales en los que el niño aprende, juega, recrea e interactúa con sus amigos y padres o tutores.
CUENTOS - El Pollito Feliz
Con este lindo cuento, nosotros, los niños de Vida Feliz: Lesly V., Adrián, Estefany P., Jimena O., David, Luis D, Arumi, Aracelly, Jean Pierre, Michael, Rosa María. Aprendimos el Valor de la “Responsabilidad”
El papá gallo araba la tierra en el huerto, mamá gallina se hacia un delantal; los dos vivían contentos y felices con su único hijo, el pollito Amarillito. “Amarillito”, era alegre y juguetón, tan juguetón que no hacía otra cosa que jugar y jugar… aquella mañana se había ido a picotear lombrices y bichitos que vivían a la sombra de un árbol muy alto, estaba entretenido picoteando a hormigas y gusanos, cuando se acercó dando saltitos, un conejo,
-¿Quieres jugar? le preguntó Amarillito.
*No, primero tengo que hacer mis deberes escolares, contestó el conejo.
*Amarillito se puso a reír, y le dijo: ¡Con tan bella mañana no vas a jugar!
Pero el conejo se fue con sus bigotes al viento, contento, muy contento.
Por el otro lado del camino que bordeaba el árbol, venia gruñendo un cerdo, el pobre, apenas podía caminar, estaba sofocado.
* ¿A dónde vas?, le preguntó Amarillito.
* Voy a buscar comida para mis hermanos, respondió el cerdo, sin detener su paso.
*El pollito se puso a reír, y le dijo: El día está muy bueno para jugar.
De pronto, el pollito vio que venía corriendo un perro, llevaba libros y cuadernos. *¿Adónde vas amigo?, preguntó el pollito.
*Voy a aprender a la escuela, le contestó con alegría el perro, al tiempo que movía la cola como si con ella lo estuviera saludando; pero Amarillito esta vez no se puso a reír, ni le devolvió el saludo. Se puso a pensar: van a hacer los deberes escolares, van a buscar comida, van a la escuela. Es que ¿acaso ya nadie juega en esta granja? El perro que lo oyó le dijo: Si, todos seguimos jugando como siempre, pero primero hay que hacer otras cosas que son muy importantes, cada cosa a su debido tiempo, después jugaremos.
Amarillito comenzaba a ponerse verde de rabia, le iba a dar un ataque de furia, cuando vio que el viento arrastraba un papel que estaba escrito con letras negras. Amarillito que no sabía leer ni escribir, aunque ya tenía edad para eso, se puso a picotear las letras como si éstas fueran hormigas o gusanos.
Una paloma que había observado todo, desde una de las ramas del árbol, al ver la desesperación del pollito que picoteaba y repicoteaba los negros trazos sobre el papel, le dijo:No, pequeño Amarillito, esas cosas que picas no son hormigas ni gusanitos.
El pollito, con cara de asombro, miró a su vecina y le preguntó: -¿Qué son entonces, amiga paloma? Esas figuras que picas y picas, son letras escritas en la hoja de un libro.
*¡Claro que no las conoces, si no lo has aprendido no puedes conocerlas!, tú solo piensas en jugar. ¿Y dónde se aprende?, dijo el pollito.
*Se aprende estudiando en la escuela, le contestó la paloma.
Entonces ya no podré jugar más, tengo que ir a la escuela, dijo Amarillito.
*No tienes que dejar de jugar, primero vas a la escuela, llegas a tu casa por la tarde, comes, haces tus deberes y sales a jugar un rato hasta que tu mamá gallina te llame. Ves, hay tiempo para todo, porque hay cosas que se hacen primero y otras después, solo hay que organizar el tiempo. Entonces el pollito Amarillito, dobló la hoja escrita y lleno de alegría por haber comprendido algo tan importante, corrió por el camino hacia la escuela.
Reflexión del Mes
Necesitamos un nuevo modo de pensar y de actuar para poder dar respuesta a los niñ@s del Peru y ayudar a quienes resulta más difícil llegar.